Vértebra Cultural “la columna”

Los Derechos Culturales desde el lente del joven investigador: una aproximación desde la reflexión

William Bermúdez

Los temas que irán guiando esta lectura serán la importancia de la educación sobre los Derechos Culturales desde las comunidades y para las comunidades; el impacto de las políticas públicas en materia de cultura sobre el concepto de Patrimonio institucionalizado; y, la necesidad que estas políticas culturales surjan desde los valores culturales de los pueblos, haciendo una breve aproximación etnográfica a mi experiencia como gestor cultural en territorio. Finalmente, mis impresiones sobre este ejercicio reflexivo y los conocimientos adquiridos en este espacio educativo acerca de los Derechos Culturales.

ANTIBIOGRAFÍA

Me motiva conocer cómo funcionan las lógicas de los fenómenos y grupos sociales en medio de eso que se le llama Cultura, además conocer nuevos espacios que enriquezcan mi ser. Me gusta mucho la historia del arte, como a través de la comida también se puede entender un presente y conocer nuevos espacios geográficos. Me hacen feliz las pupusas por la mañana con chocolate caliente. No puedo ser una persona paciente. No me gustan las pastas ni el desorden. Me hace sentir orgulloso ver concretados proyectos. Diariamente antes de mis compromisos procuro dejar en orden la casa, ver mi serie preferida mientras como y cuidar de mi mascota.


Los Derechos Culturales desde el lente del joven investigador: una aproximación desde la reflexión

Pocas veces nos detenemos a pensar acerca de lo que somos y los factores que provocaron nuestro ¨Ser Cultural¨. Posiblemente porque ya es una experiencia interiorizada, o simplemente impuesta. De lo que se puede dar certeza es que somos el resultado de interacciones, parentescos, urbanismos, valores, símbolos, religiones, políticas, comidas, lenguajes, espacios, saberes… ¡En fin! Somos eso a lo que muchos les(nos) gusta denominar Cultura. Pero ¿En realidad todos sabemos que tenemos el derecho a vivir nuestra cultura? y ¿Cómo se está viviendo?

 

Las Naciones Unidas (2015) desde los umbrales de la segunda mitad del siglo XX mostraron cierta preocupación para crear herramientas legales con el fin de hacer ver al mundo la importancia de la dignidad humana a través de los ideales a los que todas las personas podían y tenían que acceder por el simple hecho de ser personas, sobre todo aquellas desfavorecidas. Preguntémonos ahora ¿Estos grupos desfavorecidos dejaron de existir?

 

Para identificarlos debemos primero familiarizarnos sobre qué son los Derechos Humanos (DDHH) y los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), sobre todo en el contexto que nos ha tocado vivirlos. Será necesario partir desde las totalidades, y eso incluye una conceptualización en materia de Cultura holística (Ministerio de Cultura y Juventud, 2013: 6) para que se puedan identificar esos vacíos o necesidades en el panorama cultural del acceso a los Derechos. Desafortunadamente la llave para el acceso a los Derechos Culturales ni siquiera se forja para muchas comunidades culturales, pero es aquí donde entra el papel de los gestores culturales, en activar esos valores que se niegan a morir, para enriquecer la cultura, aportar a los accesos y no volverla ajena a sus mismos productores.

 

Ya que hemos hablado de los DDHH y los DESC, el camino por acciones concretas no se muestra horizontal. Una de las grandes piedras de tropiezo que se visualizan es sobre el concepto de patrimonio, para ser más concretos con el concepto de patrimonio institucionalizado. Es decir, tomar solamente aquello que ha sido reconocido por instituciones formales y dejar por fuera -como ocurre en muchos casos-, aquel patrimonio que no se ajusta al concepto reconocido.

 

El patrimonio y las comunidades culturales están ligadas, surgiendo entonces lo inmaterial para dar paso a lo material, se relaciona con la creación y configuración de la identidad y los recuerdos colectivos e individuales (Córdova, 2022: 2). Para que esto cobre vida, serán necesarias acciones que visibilicen los patrimonios de las mismas comunidades y dejen de lado ideas que incluso pueden ser ajenas a la comunidad creadora de su cultura. Es necesario hacer, reconocer y fortalecer en los grupos sociales sus valores patrimoniales y así dar paso a la plena vivencia de sus derechos.

 

Entonces, ¿cómo accionamos ideas y las materializamos desde los grupos o comunidades culturales? Primero, se debe conocer el entorno donde se ejecutarán. La política cultural puede determinar los significados de las prácticas o acciones sociales, y mucho más, cuáles serán los grupos o individuos que tendrán el poder para moldear los significados. Segundo, será necesario implementar políticas abiertas para no caer en un juego de dominación, sino más bien en una dialéctica desde las políticas culturales y culturas políticas (Firmani, 2015). Entonces, para tener verdaderas políticas que tengan implícito los Derechos Culturales y visualice el impacto de la misma, serán necesarias acciones generadas en/desde con el Estado y con diversidad de agentes y territorios. La política cultural nunca será decisión de una voz, sino el resultado de un conjunto de múltiples voluntades y factores (Mendes Calado, 2015). ¿En qué áreas estamos enfocando nuestras políticas culturales para la plena satisfacción del derecho a la cultura? ¿Estamos teniendo en cuenta el entorno en el que se está trabajando la política?

 

Como parte de mi joven experiencia en gestión cultural puedo mencionar el caso etnográfico de las celebraciones tradicionales en torno a la imagen del santo patrono Santiago Apóstol, de la ciudad de Santiago Nonualco, depto. La Paz.

Debido a la pandemia del 2020 se vieron afectadas las celebraciones en honor al santo patrono, causando una ruptura en la tradición que año con año se celebraba, sobre todo con la danza de ¨Los Historiantes¨. Sin embargo, se comenzaron medidas alternativas; a organizarse para ver de qué manera la tradición -un poco tambaleante- no parara. Fue un grupo de jóvenes los que tomaron la reorganización de las festividades y se adueñaron de plataformas digitales como redes sociales para difundir todas las costumbres y tradiciones en torno a dicho santo. Lo interesante fue la aceptación que se tuvo por parte de nuevas generaciones que desconocían las expresiones culturales sincréticas de su comunidad, que despertó interés y sentido de pertenencia, aún en un contexto donde aparentemente lo que permea es el individualismo. Ahora bien, a dos años de ese suceso, se ha visto una transformación en los valores culturales de la comunidad. Al entrar la cultura en dimensiones que van más allá del concepto geográfico de comunidad, encontrar mecanismos o políticas -que no necesariamente vienen del Estado- y se comienzan a reforzar lazos simbólicos, dando paso a la cooperación cultural como producto de una acción, abriendo las puertas a las diversas expresiones vivas de la cultura que existen en los grupos que la integran.

 

Sin embargo, las instituciones en el país aún cuentan con un concepto de cultura, patrimonio o políticas culturales muy alejadas de las realidades comunitarias, por lo tanto existe una deuda sobre el quehacer en materia cultural. Todos los elementos que se han reflexionado aquí como la educación en Derechos Culturales, el impacto que debe de tener una política cultural, la apertura de conceptos cerrados para un buen ejercicio de la cultura política es más que necesaria y también una oportunidad para jóvenes investigadores o profesionales en materia cultural, que contribuyen a la diversidad de grupos o comunidades; así comiencen a tener procesos con base en la garantía de su derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, siendo esto inherente a la persona;  que las instituciones sean en verdad garantes de sus derechos y tengan la conciencia de exigirlos como parte de su misma vida.

 

Para concluir esta reflexión, es de reconocer el espacio que ha dado pie a esta columna reflexiva: diplomado ¨ABC de Derechos Culturales¨ por parte del SEDE/CULT y la Universidad de San Carlos de Guatemala. No cabe duda que para que exista una conciencia académica en estos temas es también necesaria la apertura al diálogo, intercambio de saberes, pensamientos críticos y sobre todo un espacio que propicie el respeto por los Derechos Humanos y Culturales, más en nuestra Latinoamérica que grita su riqueza cultural y lo tan poco que a veces se le escucha en este mundo que va como gigante acelerado. Gracias por hacer posible los abrazos, sólo en las Culturas.

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

Córdova, A. (2022) Patrimonio Cultural como Derecho Humano. Taller de Formación Permanente, SEDE/CULT. 9 pp.

Fuentes Firmani, E. (2015) De la comunidad organizada a la cultura viva comunitaria. En DOSIER Indicadores Culturales. EDUNTREF.  Pp. 87- Pp. 101

Mendes Calado, P. (2015) Políticas Culturales: rumbo y deriva. Estudio de casos sobre la ex secretaria de Cultura de la Nación. 1° Ed. RGC Libros. Pp. 200

Ministerio de Cultura y Juventud (2013) Política Nacional de Derechos Culturales. Editorial Costa Rica. 83 pp. 

Naciones Unidas (2015) Declaración Universal de Derechos Humanos. Edición Ilustrada. 75 pp.

Pérez Cruz, I.C. (2011) Conformación histórica legal de los derechos culturales, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, julio 2011. Obtenido de: www.eumed.net/rev/ccss/13/